Nuestra Historia

Los Hermanos de La Salle en Melilla


El colegio de Melilla surge de una serie de circunstancias históricas y políticas que explican la presencia de los hermanos en esta ciudad.

Melilla había experimentado un gran crecimiento social y urbanístico a comienzo del siglo XX, convirtiéndose en una ciudad próspera y muy emprendedora. Existía una gran necesidad de escolarizar a una población en crecimiento

Por otro lado, en 1911 se votó una ley en España que obligaba a los religiosos a hacer el servicio militar en “tierra de misiones”: África, Tierra Santa, América y Filipinas. Para proteger a los hermanos que tenían que marchar a África se pensó en abrir un colegio en Melilla.

Los Hermanos llegan a Melilla en 1912. Había en aquel momento quizá entre 25.000 y 30.000 habitantes, pero pocas escuelas y un colegio regido por militares. Se les recibió con las manos abiertas ya que hacían falta escuelas.

Los primeros hermanos en llegar a la ciudad fueron el Hno. Rogelio y el hermano Domingo José que lo hicieron el 9 de mayo de 1912.

Desde el 16 de Julio, día de Nuestra Señora del Carmen, que por eso se tomó como titular, se alquiló una casa en la calle O´Donnell. El 1 de septiembre de 1912 el colegio abrió sus puertas.

El primero de septiembre de 1912 se abrieron las clases de primaria y comercial, que al mes contaban ya con 200 alumnos. El Director se llamaba Hno. Rogelio y ha venido de San Fernando (Cádiz).

Pronto se cierra el único colegio que enseña el bachillerato, y el nuestro tiene que implantarlo para responder a la petición de muchos militares. Se incorpora además al Instituto de Almería, que cada año envía una comisión examinadora.

Más interés se presta a los problemas religiosos, muy abandonados en aquel momento. La primera comunión de chicos ya mayores fue tan numerosa que llamó la atención de la ciudad.

En el curso 1915-16 cambia la dirección del colegio. El nuevo director, el Hno. Filoteo, busca un terreno para construir un nuevo colegio y finalmente adquiere un solar de 4000 m2 en el cerro de Santiago.

La construcción del colegio se realiza en varias etapas. Entre 1916-18 se construyó la planta baja del ala derecha, la planta baja del ala izquierda y el ala central destinada a residencia de los hermanos, que se trasladaron allí a vivir.

El edificio fue construido por el arquitecto Emilio de Alzugaray, uno de los más importantes representantes del modernismo melillense y destaca su hermosa fachada.

Tras una ley del 28 de julio de 1920 se considera Melilla lugar de misiones. Muchos hermanos que tienen que hacer el servicio militar, de la zona de Madrid, vienen a Melilla como una de las posibilidades autorizadas como “destino misionero” donde los hermanos cumplirán su servicio militar.

El 21 de Julio de 1921 se produce la catástrofe denominada “el desastre de Annual”, derrota de las tropas españolas en manos de las fuerzas rifeñas. Esta derrota causó más de 14.000 muertos y puso en serio peligro a la ciudad de Melilla. En el Colegio del Carmen 182 alumnos perdieron a su padre.

La reacción de los Hermanos fue generosa, sin cálculos. Ante todo, ofrecieron su Colegio para hospital de sangre y la Cruz Roja estableció en él 300 camas. Pero, además, los Hermanos se dedicaron en aquellos días a la amarga y caritativa labor de enterrar a los muertos. Días y días de duro y peligroso trabajo en los cementerios de Monte Arruit, de Zeluán y de Melilla.

El colegio tuvo que abrir sus clases en septiembre en locales de emergencia, y hasta el 14 de mayo de 1922 el centro funcionó en la calle Actor Tallaví, en el barrio de Río de Oro.

En 1924 se termina de construir la hermosa capilla sobre la planta del ala derecha. Fue construida por Enrique Nieto e inaugurada el 25 de octubre de 1924.

El 18 de octubre de 1925 se construye otro piso al edificio para poder albergar a más alumnos.

En 1926 el Colegio necesita un respiro y establece una sucursal en la calle del Real, que durará hasta 1933.

En 1927 los Hermanos asumen la dirección de las escuelas gratuitas “del Ave María” que llegarán hasta 1932: el Colegio corre con los gastos. Y en las aulas del Carmen alternan cristianos, musulmanes y judíos.

El 25 de septiembre de 1928 se produce una explosión del polvorín de Cabrerizas Bajas. Esta explosión, que causó gran daño en la ciudad, rompió las vidrieras de la capilla del colegio que tuvieron que ser repuestas.

En  1929 el rey Alfonso XIII quiso devolver con un gesto de homenaje a los Hermanos, el que estos habían prestado hacia el ejército, y obsequió al colegio con una bandera que fue entregada en un solemne acto por una representante de la Infanta Beatriz.

Durante esta época hay que destacar la aportación de los Hnos. Senén y Mauricio a la ciencia.  El Hno. Senén era un botánico muy importante que llegó a Melilla en 1930 para realizar la clasificación de las plantas de la zona. El Hno. Mauricio era un profesor del centro que colaboró con él. Juntos realizaron un catálogo de plantas con 2737 plantas de la zona. Este Catálogo se considera todavía hoy fundamental para conocer las especies de la zona.

Con la llegada de la República (1931-36) comienza una nueva etapa de dificultades para las Congregaciones religiosas.

En 1932 llega a Melilla la dirección del Instituto nacional, que inspecciona el Colegio el día 7 de noviembre y ordena la suspensión de las clases. La diplomacia y el derecho, manejados hábilmente por el director, consiguen retrasar la suspensión hasta el 19, para lograr la reanudación el 23. La proximidad de los cuarteles protegió al colegio de posibles actos vandálicos.

En 1933 se promulga la Ley de Congregaciones que  prohibía la enseñanza a las congregaciones religiosas. Los hermanos deciden continuar con su labor pero no como colegios de una congregación religiosa sino de una Institución seglar (Institución Popular  de Enseñanza).

Durante la Guerra Civil el colegio continuó funcionando y los hermanos  vuelven a llevar la sotana.

En 1943 el Colegio se amplía, se compran nuevos terrenos (hoy clases del 2º ciclo de la ESO), y se construye un frontón (hoy piscina cubierta).

En 1950 el Ayuntamiento de Melilla concede al Colegio la Medalla de Oro de la Ciudad, la de Plata a su Director, el Hermano Narciso Julián, y se impone a la Plaza, donde se ubica el centro, el nombre de Plaza de San Juan Bautista de la Salle.

En 1956 se remodela y moderniza la capilla y se reinauguran las vidrieras repuestas tras la explosión del polvorín. En 1963 se remodela y se convierte en salón de actos.

En octubre de 1967 empiezan a trabajar en el centro las primeras profesoras: Ana Romero y Mª Carmen Mantecón.

En 1970 el frontón es convertido en piscina climatizada y años más tarde cubierta.

En 1983 se emprende la construcción de un nuevo pabellón, al final del ala izquierda, que hoy alberga las clases de 3º y 4º de ESO.

En el curso 1985-86 el colegio se convierte en mixto (niños y niñas).

Cumpliéndose el 75º aniversario de nuestro Colegio, en el curso 1986/87, se aprueba el primer concierto con el Estado, que permite ampliar la diversidad y dar igualdad de oportunidades como reza en nuestra Constitución.

El 30 de Junio de 1993 se autoriza al Colegio la implantación de la ESO.

Los últimos directores del colegio han sido: Hno. Juan Barrera, Hno. Crescencio Terrazas, Hno. Ángel García, Hno. Tomás Valero y Hno. Inocencio Lorite. En el curso 2008-2009 por primera vez se nombro un director seglar (no hermano) Paulina Morala Martínez y en la actualidad el director es Próspero Bassets Artero.

El 7 de abril de 2010 el colegio recibió una bandera donada por su majestad, el rey Juan Carlos I en un solemne acto celebrado en la Plaza del colegio y presidido por el Comandante General César Muro Benayas.

El 17 de Septiembre de 2012, en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea de Melilla, el Presidente de la Ciudad de Melilla entregó la medalla de Oro de La Ciudad. Recogió tan insigne distinción el H. Jesús Miguel Zamora Visitador titular de la ARLEP.

El número de alumnos que han pasado por este colegio es de 16.000 aproximadamente.